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CIRROSIS HEPATICA

Actualizado: 19 may 2023


Cuando oímos hablar acerca de que alguien tiene cirrosis, inmediatamente pensamos en que la persona llegó a la enfermedad por ser muy adicta a consumir bebidas alcohólicas. Esta falsa premisa, muy difundida en el pasado todavía queda en algunas personas, es solo una parte de tantos otros factores por los que tiene que pasar una persona para contraer cirrosis hepática.

Hay numerosas clasificaciones, pero la más simple es:


Nuestro hígado, es un órgano muy noble, es incompatible vivir sin él. Está ubicado en la zona superior del abdomen en el lado derecho, por debajo de las costillas y pesa aproximadamente 1,5 kg. Un hígado normal es suave y flexible, está conectado directamente al intestino delgado por medio del conducto biliar, el cual transporta la bilis que se produce en el hígado hacia el intestino delgado donde es utilizada para la digestión. El hígado funciona como una gran fábrica química. Casi toda la sangre que sale del estómago e intestino pasa por el hígado. Entre tantas cosas que hace está la formación de la bilis, muy necesaria para la digestión de las grasas, producción de proteínas que ayudan a la coagulación de la sangre y al metabolismo del colesterol.

Cirrosis Hepática:

Es una enfermedad metabólica del hígado que es crónica. Es decir que es la consecuencia de un daño acumulado en el hígado, habitualmente durante varios años, que se caracteriza por la acumulación de fibrosis (“cicatrices”) en el tejido hepático. Estos cambios del tejido interfieren con la estructura y funcionamiento normal del hígado, ocasionando serias complicaciones en la circulación de la sangre a través de dicho órgano y en sus funciones.

Según la OMS, en total mueren anualmente aproximadamente unas 200,000 personas a causa de cirrosis hepática en los países desarrollados. Algunas estimaciones (que no suponen un recuento concreto de los casos) no bien contrastadas sitúan en un 2% el porcentaje de la población española adulta que padece cirrosis.


Causas de la Cirrosis: * El consumo excesivo de alcohol (cirrosis etílica o alcohólica) * La hepatitis crónica por virus C (cirrosis por virus C)

Estas dos afecciones son las responsables de alrededor del 80 por ciento de los casos de cirrosis en España. Otras causas menos frecuentes (pero que pueden ser frecuentes en otras zonas geográficas)


Otros virus, como el de la hepatitis crónica por virus B y la infección crónica mixta por virus B y virus D, Enfermedades colestásicas crónicas (que afectan a la producción o a la salida de la bilis del hígado), tales como la cirrosis biliar primaria o la colangitis esclerosante Enfermedades metabólicas congénitas del hígado como la hemocromatosis primaria (sobrecarga hepática de hierro -bastante frecuente-), la enfermedad de Wilson(sobrecarga hepática de cobre -muy rara-) y el déficit de alfa-1-antitripsina (también bastante rara); o enfermedades metabólicas adquiridas como la esteatohepatitis no alcohólica asociada a la diabetes o la dislipemia. Otras: hepatitis auto inmune, toxicidad hepática por fármacos. Existen otras causas mucho más raras y algunas específicas de la infancia que producen cirrosis precoz en niños o adolescentes. Tratamiento:La cirrosis como tal carece de tratamiento médico específico dado que es, en general, irreversible. Se pueden tratar algunas de las enfermedades que la producen y evitar o retardar la evolución de una cirrosis en estadio inicial a las fases avanzadas. También tienen tratamiento algunas de las complicaciones de la cirrosis tales como las hemorragias digestivas, la ascitis y la encefalopatía hepática, que siempre deben ser indicados por un médico. El tratamiento definitivo de la cirrosis es el trasplante hepático. Se realiza solamente en los pacientes en que se estima una supervivencia menor de dos años, a consecuencia de la cirrosis, y en los que no existe contra indicación para realizarlo por otros motivos.En los casos de trasplante o en los que no se pueda hacer nada lamentablemente es preciso conocer una alternativa natural para fortalecer el hígado dañado. Inclusive si la fibrosis del órgano no es tan severa, se han reportado casos en donde este tratamiento natural ha funcionado: Usando el jugo de Noni.

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Tratamiento complementario:

Como el fruto NONI tiene entre sus componentes nutracéuticos, elementos regeneradores de las células, entre ellos el alcaloide natural XERONINA, éste va a actuar a nivel del parénquima hepático dañado por la fibrosis, en el espacio intercelular y dentro de los mismos hepatocitos, cambiando la histología de manera progresiva con el consumo de las bebidas Tahitian Noni o Nuku Hiva.

El tiempo del tratamiento estará determinado de acuerdo al avance de la recuperación, mientras el organismo del paciente se termine de purificar (primera parte del tratamiento que va desde 2 a 9 semanas después de consumirlo) y prosiga luego con la adaptación del producto a su cuerpo

(renovación celular que puede llevar meses).

Dosis requerida de la bebida Tahitian Noni o Nuku Hiva:

Las bebidas Tahitian Noni o Nuku Hiva no son medicina, no hay porque temer en la dosis. Se trata del néctar de frutas y plantas que hace que el mismo organismo se "defienda" de la enfermedad. La dosis inicial es de una onza por día durante la primera semana. Se deberá ir aumentando la dosis, es decir una onza más cada semana que transcurra hasta llegar a las 5 onzas por día. Éstas deberán de ser espaciadas para mayor efectividad. La primera toma deberá de realizarse con el desayuno.


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Se recomienda la ingestión de 8 vasos de agua purificada como mínimo para efectos mas favorables. Durante el periodo de purificación del cuerpo, el paciente podrá presentar sudoración, sueño, diarreas fétidas, mal aliento, etc, dependiendo de la gravedad del mismo.

Cabe mencionar que el tratamiento antes expuesto es fruto de investigaciones realizadas por el Dr. Neil Solomon y la Dra. Anne Hirazumi con la bebida Tahitian Noni y la bebida Nuky Hiva.


 
 
 

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